Dios experimenta tres condiciones de consciencia: (1) Su Estado Original; (2) Desamparo; (3) Omnipotencia.
En este estado Dios, inconsciente de Su Poder, Dicha y Existencia Infinitos, está perfectamente en paz. Este estado bien puede compararse con el estado de sueño profundo de una persona.
En este estado, Dios tampoco tiene consciencia de ser Infinito, y experimenta el desamparo en forma humana. Está constantemente preocupado por algo. No encuentra paz. Debido a innumerables ansiedades y problemas, trata todo el tiempo de buscar Su estado original. Para hacer esto induce el olvido por medio de intoxicaciones. Quiere olvidar todo. En Su condición de desamparo, Su primera experiencia de olvido tiene un efecto tan grande sobre Él que desea sobre todo regresar nuevamente al olvido que ha experimentado. Trata de recuperar este estado mediante el sueño. De esta forma, dormir se convierte en una necesidad apremiante.
Pero como al dormir está inconsciente, no es capaz de traer Su experiencia de olvido a Su estado de vigilia; y así, no halla solución a Su desamparo.
Su desamparo aumenta día a día. Cuando llega a ser ilimitado finaliza en el estado de Omnipotencia. En este estado, Dios olvida conscientemente haber tenido jamás una individualidad limitada y se conoce a Sí Mismo como Infinita Existencia, Dicha y Omnipotencia.