Generalmente se habla de Dios como el Uno. Nosotros usamos el término Uno como opuesto a Muchos. Al Uno, lo denominamos Realidad o Dios; a Muchos, los denominamos Ilusión o Creación.
Sin embargo, estrictamente hablando, ningún número, ni siquiera el uno, puede representar al Uno que es indivisiblemente Uno sin un segundo. Aun llamar ‘Uno’ a este Uno es incorrecto. No hablamos del Océano como Uno. Es sólo el Océano. El Uno simplemente Es.
El Uno es un todo absoluto y simultáneamente una serie de unos dentro del Uno. La Ilusión es un Cero y simultáneamente una serie de ceros dentro del Cero. Estos ceros no tienen valor, excepto un valor falso según su posición con relación al Uno. De hecho, los ceros no tienen existencia, su existencia es mera apariencia en la Ilusión, el gran Cero.