Puedo darte más, mucho más de lo que esperas, o quizá nada y esta nada puede resultar ser todo. Por lo tanto digo, vengan con el corazón abierto a recibir mucho o nada del Divino Amado.
Vengan a recibir no tanto Mis palabras sino Mi Silencio.
Dios hace todo y en otro sentido no hace nada. Aunque Dios nada hace, aquéllos que se acercan a Él con amor y entrega, reciben todo lo que importa en el plano espiritual.
Tú... eres una de mis rocas en la cual puedo confiar. Puedo prometerte definitivamente que siempre estarás cerca Mío hasta que te vuelvas uno conmigo. ¿Qué más quieres? ¿Qué más hay para querer? Esto se sobreentiende, por eso no te hablo mucho de ello. Lo sabes, está dentro tuyo.