Yo soy el Océano de Gracia, pero si pretenden extraer esta Gracia de Mí soy tan duro como una roca. El fluir de Mi Gracia hacia ti, depende de la intensidad de tu amor para atraerme.
Yo soy el Océano de Amor.
Aquéllos que no se atreven a amarme buscan la seguridad de la orilla. Tú, que has estado amándome estás nadando en el Océano Divino. Ámame más y más hasta que te ahogues en Mí. Sumérgete profundamente y ganarás la invalorable perla de la infinita Unidad.
No tienes que renunciar a nada excepto a ti mismo. Es tan simple como eso, aunque resulte casi imposible. Puedes renunciar a tu yo limitado por Mi Gracia. Yo he venido a esparcir esa Gracia.