Baba explicó en uno de sus discursos cuál es la diferencia que existe entre la ayuda real y la ayuda material provisoria: "La gente sufre en este mundo a causa de su propio karma. Pero nadie debería temer estos males y sufrimientos, pues son el comienzo de la felicidad real..."

"Si la ciencia se ocupa solamente del avance material, entonces diríamos que esa ciencia nada tiene de espiritualidad. Pero cuando la misma ciencia se expresa para aclarar el significado de la vida, entonces es también una rama de la espiritualidad, tal como el arte, si se lo expresa acertadamente, es espiritual, y si se lo expresa de manera incorrecta, es material."

Una mujer visitó a Baba; le preguntó: –Cuando una persona está rodeada, por todos lados por circunstancias desfavorables y por dificultades, sin encontrar una salida, ¿estaría justificada si él o ella hiciera algo que comúnmente se denomina indeseable o indecente? Baba le dio una extensa respuesta...

"Tener un ojo fijo en los encantadores placeres de la carne y esperar ver con el otro una chispa de la Dicha Eterna es no solamente imposible sino también el colmo de la hipocresía."

"El avance espiritual no es un proceso de acumulación desde afuera, sino de desenvolvimiento desde adentro..."

Otra persona le preguntó a Baba, "¿interrumpirás tu silencio durante tu viaje a Occidente?”

"A Dios no hay que estudiarlo sino amarlo. Dios está más allá del intelecto, pues el intelecto no lo puede ver ni entender. Sólo el corazón puede acercarse al umbral del Amado...”

“Mis discursos, el Vedanta, los Upanishads y todos los textos religiosos no tienen valor. Literalmente, son explicaciones de lo Inexplicable. No puede explicarse lo que no puede entenderse. Por eso, a todo eso lo llamo mera guppa (charla vana, cháchara). Lo que se necesita es la Experiencia."

"¿De dónde? y ¿adónde? son los dos interrogantes eternos y punzantes que generan una inquietud divina en la mente del ser humano."

En Dehra Dun, en agosto de 1953, Meher Baba empezó a dictar su libro sobre “el tema de la Creación y su propósito”, titulado Dios Habla. Cada día le dictaba “puntos” a Eruch, quien los anotaba y redactaba por la noche...