Alguien preguntó por qué Jesús nunca se había casado. Baba le dio una detallada explicación:
El Avatar vive externamente de acuerdo con los usos y costumbres de la época y adopta la aptitud más adecuada que sirva de ejemplo a sus contemporáneos. Pero todos los Avatares encarnan esencialmente el mismo ideal de vida.
La humanidad estaba indecisa y le faltaba equilibrio en la época de Zoroastro. En ese tiempo, los persas no eran enteramente materialistas ni se sentían verdaderamente atraídos por la luz espiritual. Zoroastro les enseñó a ser buenos padres de familia, a contraer matrimonio, a no desear la mujer del prójimo, y a adorar a Dios. Basaba su propia vida en este principio: buenos pensamientos, buenas palabras y buenas acciones. Zoroastro estaba casado.
Los hindúes guerreaban entre ellos en la época de Krishna. Predominaban la envidia y la codicia, y no conocían un verdadero concepto acerca de la vida espiritual y del amor. Krishna basó sus enseñanzas espirituales en las leyes del amor y en la alegría pura e inocente. Y los seres humanos eran gozosamente encauzados hacia un desinteresado ideal del amor.
En tiempos de Buda, la gente de India estaba sumida en el materialismo. A fin de demostrarles que sus apreciaciones eran erróneas y eran víctimas de la diosa de la ilusión (maya), Buda renunció a su esposa, a su familia y a la riqueza del mundo para fundar sus enseñanzas en la renuncia.
Los árabes tribales eran muy sensuales en la época de Mahoma, y no consideraban malo ni ilegal vivir con varias esposas. Mahoma habría producido inevitablemente peligrosas reacciones si no se hubiera casado como Jesús y hubiera abogado por el celibato. Pocas personas habrían seguido sus enseñanzas, y menos aún serían las que se hubieran sentido atraídas por ese ideal. Mahoma tenía seis esposas, pero sin contacto físico con ellas.
La arrogancia, la prepotencia, la soberbia y la crueldad eran las características de la gente en la época de Jesús. No obstante, tenían un concepto de justicia respecto de la mujer y del matrimonio; por eso no era necesario postular el matrimonio como ejemplo, tal como ocurrió en Arabia. Jesús llevó una vida humilde, sencilla y pobre, y soportó el sufrimiento a fin de encauzar a los seres humanos hacia el ideal más puro: Dios como el Amado.
Los Avatares encarnan en este mundo en distintas épocas y, por lo tanto, sus enseñanzas tuvieron que adaptarse a la mentalidad de su tiempo. A veces el Avatar basa su enseñanza en la búsqueda del Dios personal, y otras veces, en la búsqueda del Dios impersonal.
Podemos comparar esto con un hospital en el que los enfermos se quejan en diferentes horarios porque tienen sed. A quienes se quejan, el médico les receta té o café por la mañana, agua o zumo de frutas por la tarde, suero de leche por la noche, y leche caliente antes de dormirse. El médico es el mismo y la queja también, pero la sed se apaga de distintos modos, de acuerdo con las diferentes condiciones en los diferentes momentos.
Dios, que se manifiesta como el Avatar en distintos períodos de tiempo, aplaca la sed del hombre de diferentes maneras. Todos los seres humanos, consciente o inconscientemente, tienen la misma sed de Verdad.
— Bhau Kalchuri, Lord Meher VI.