Antes de iniciarse cada programa, leían el mensaje sobre la prosternación y Baba se inclinaba ante todos. Repitieron en el Colegio Camp el mensaje sobre Los soldados de Dios, y también se dio a conocer el siguiente mensaje de Baba sobre La libertad espiritual:
Hemos ganado la libertad nacional; tratemos ahora de ganar nuestra libertad espiritual, que fuera de ésta, toda clase de libertad es una atadura. A la libertad espiritual la afectan estas ataduras: la lujuria, el poder, la codicia, la ira, el odio, los celos y los bajos deseos. Ganamos la herencia de la libertad, constituida por poder, sabiduría, paz, amor y dicha cuando esas ataduras que nos aprisionan se hacen pedazos. Para alcanzar esta libertad debemos Realizar a Dios, Quien es la fuente de esta libertad. Para Realizar a Dios debemos amarlo, desapareciendo en Su Ser Infinito.
Podemos amar a Dios anhelando intensamente unirnos con Él. Podemos amar a Dios entregándonos al Sadguru que es la manifestación personal de Dios. También podemos amar a Dios amando a nuestros semejantes, dándoles felicidad a costa de nuestra propia felicidad, sirviéndolos sacrificando nuestros intereses y consagrando nuestra vida en el altar de una labor desinteresada a favor de los oprimidos. Y cuando amamos intensamente a Dios por cualquiera de estos canales, finalmente sabemos que Él es nuestro propio ser.
El propósito de la vida es Realizar a Dios dentro de nosotros. Esto lo podemos hacer incluso mientras atendemos nuestras obligaciones materiales. En cada nivel social y en medio de intensa actividad, debemos sentirnos desapegados y consagrar nuestras acciones al Amado Dios.
Ya se ha dicho bastante para que la gente “sólo piense en comer”. Ahora se los debe hacer “pensar solamente en Dios”. A los oprimidos y pobres se les debe hacer comprender que, desde el punto de vista espiritual, sus infortunios y aflicciones pueden convertirse en armas para luchar por la Verdad. Ellos deben pensar que las aflicciones pueden computarse como regalos de Dios, y que si las afrontaran con coraje y alegría, podrían convertirse en el portal hacia la felicidad eterna.
Doy mi amor y mis bendiciones a todos y cada uno para que comprendan que el Dios Único e Infinito mora por igual dentro de nosotros, y que fuera de Él todo lo demás es falso e ilusorio.
— Bhau Kalchuri, Lord Meher XI.