El domingo 8 de septiembre de 1940, por la tarde, cuando Baba visitó a las mujeres les dio una explicación sobre la situación mundial; luego cambió de tema y les habló sobre la meditación:

-La meditación es apropiada para unos, y no lo es para otros, y muy pocos la disfrutan. El significado de la meditación es internarse en ustedes mismas, directamente dentro de ustedes. Para aquellos quienes aman a Dios ese amor los lleva hacia dentro de sí mismos.
En algunos ashrams, como los de Madura y Pondicherry, hay verdaderas clases de meditación. ¡Pero la meditación nunca ha hecho que una persona se vuelva una con Dios! Hafiz dijo a los sufis:

“Si ustedes tienen el capricho de lograr la unión con Dios,
¡vuélvanse polvo a los pies del Ser Único
quien se ha unido con Él!"

La meditación da paz y alguna revelación interior a algunos seres afortunados. Aurobindo escribió en su libro: “Estoy tratando de alcanzar ese estado mediante la meditación”. Si la Iluminación se alcanza mediante la meditación, eso no es de poca monta. El sentido de la meditación es profundizar dentro de nosotros mismos. Es autohipnosis en un sentido divino el perderte a tí mismo. La meditación tiene por objeto olvidarnos de nosotros mismos, sin pensar en nada, salvo en el Ser.

Aurobindo está en el sexto plano, no por el estado de wali-mast, sino mediante meditación. Chatti Baba nunca meditó, sin embargo, ve a Dios todos los días y todas las noches. Y aunque ambos están en el sexto plano, existe una gran diferencia entre ellos. El amor da permanencia, y la meditación da samadhi. Tras la unión con Dios, existe completa permanencia, ya sea que ustedes desciendan a la consciencia física o no. Si descienden, ¡traen a Dios con ustedes!

Aurobindo describe bellamente el “profundo valle” que existe entre ver a Dios y Dios Mismo, y nos dice: “Desde este lado gritamos: ‘¡Oh Dios, Te vemos, ¡pero no podemos llegar hasta ti! Por eso, ¡al menos ven tú a nosotros!”. Y Dios contesta: “Yo siempre vengo como Ram, Krishna, Buddha y otros.”

La meditación no importa para nada a los sufis: ¡ellos aman! La meditación es buena. Si ustedes aman y meditan, no hay nada malo en eso. Si ustedes aman y no meditan, no hay nada malo en eso. ¡Pero no mediten como si hubieran tomado quinina en polvo! En el sentido de que sea algo que hagan y tengan que superar de un modo u otro. Si están interesados en meditar, deberían hacerlo con alegría. Si la meditación no les gusta, entonces ustedes tienen que tomar mi nombre; y si me aman, el tomar mi nombre debería darles alegría. Háganlo en el momento y en el lugar que gusten.

En alusión a las molestias y ruidos externos, Baba declaró:

-¡Ni siquiera en el Himalaya se puede tener plena quietud! ¡Samadhi es el estado en el que ni siquiera se oye un disparo de cañón a corta distancia! La desventaja de la meditación es que cualquier ruido la perturba. Pero el amor no tiene estorbos de esa índole. Allí, quien ama se funde en su pensamiento acerca de su Amado. Aquél no medita: solamente ama. Ni el ruido ni obstáculo alguno le molestan.

— Bhau Kalchuri, Lord Meher VII.