“El amor, real y divino, no evoluciona, ni se realiza a partir del amor temporal. Son ambos muy diferentes. El amor humano o temporal en su mejor expresión no puede compararse con el amor divino ni siquiera en su etapa inicial.”

Baba dio un mensaje sobre Dios y la Religión: "Los dogmas, creencias, rituales y ceremonias jamás podrán ser esencia de verdadera vida espiritual. Cuando la religión se ha convertido en mera cuestión de rituales y ceremonias exteriores, ha pasado a ser una jaula del alma [...] Por eso no me interesa fundar una religión nueva. El mundo ya está dividido por innumerables sectas basadas en dogmas y creencias. No he venido a darle otra jaula al ser humano, sino a impartir al mundo la Verdad ilimitable..."

El 5 de mayo de 1937, Baba reunió a los hombres y mujeres de Occidente y les narró esta breve anécdota para dar un ejemplo de qué es la obediencia...

"La meditación ha sido a menudo interpretada erróneamente como un proceso mecánico durante el cual se fuerza a la mente sobre alguna idea, sobre algún objeto(...) A fin de que la meditación sea exitosa, la mente debe interesarse no solamente en temas o en verdades vinculadas a lo divino, sino que también debe empezar a tratar de comprenderlos, valorarlos y apreciarlos."

"Convirtámonos en soldados de Dios. Luchemos por la Verdad. No luchemos por nosotros sino por los demás. Digamos la verdad, pensemos la verdad y actuemos con la verdad. Seamos honestos, pues Dios es Infinita Honestidad..."

Baba hizo circular este mensaje dirigido a quienes vivían en Meherabad, y también a otros dilectos devotos de India: "Tres tipos de Discípulos: Los que dan y nunca piden. Los que dan y también piden. Los que no dan, pero piden...."

"El alma es al cuerpo lo que un hombre calvo a su peluca..."

"El amor y la coerción jamás pueden ir juntos, pero mientras que el amor no se le puede imponer a nadie, puede ser despertado mediante el amor mismo. El amor se comunica a sí mismo..."

Había una mezquita cerca de las chozas en las que Baba y los mándalis se alojaban. Como de costumbre, cada mañana temprano, una voz estentórea pronunciaba el nombre de Dios: -“¡Alláh, Alláh, Alláh!”. Baba comentó: –“¿Dios es sordo? ¿Dónde es necesario gritar tan fuertemente Su nombre? ¡Esto sobresalta! Y Dios no escucha esos gimoteos. Él sólo tiene oído para la voz del corazón, de la cual el mundo no tiene idea.”

"Esta vida y esta existencia en el mundo son como un juego de naipes hasta realizar a Dios..."